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La educación libre en la televisión pública.

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Hoy hemos presenciado en La 2 de RTVE un programa especial sobre la educación libre, que incluye el vídeo de un proyecto que me encanta "La escola Liberi" en Premià de Mar (Barcelona) con la participación de Cristina Romero (maestra y escritora de libros muy recomendables como  Una rEVOLución en la escuela. Despertando al dragón dormido") y un posterior debate sobre las escuelas alternativas conManel Martínez fundador de la Escola Liberi (cuya intervención me ha parecido muy acertada y contundente);  Ramón Flecha (catédratico de sociología de la UB) y Mari Cruz Lagar de SEK (con la que discrepo bastante).


Cristina Romero está realizando un valiosolistado de escuelitas y escuelas libresdesde su blog Despertar en la Luz y también un listado de escuelas alternativasque acaba de nacer con proyectos que sin ser escuelas libres están cercanos a la educación respetuosa con la infancia y sus necesidades también desde la educación pública o similares (si queréis contribuir podéis contactar con ella en cris@despertarenlaluz.com)

Yo he disfrutado mucho con el programa, ya es hora que se empiece a hablar de otro tipo de educación menos adultocéntrica y menos directiva en la televisión.

Myriam Moya Tena 
 

Las palabras puñal

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Imagen Miguel Tanco


Cada día usamos con nuestros hijos cientos, tal vez miles de palabras. 

En cada una de nuestras expresiones elegimos, consciente o inconscientemente, cada una de esas palabras, con su calidad emocional, con su poder como alimento o cuchillo, con su capacidad para cuidar y amar  o (algunas veces) destruir.

Las palabras puñal no solo destruirán a nuestros hijos, sino que si ellos/as no ponen remedio, si no hacen una revisión profunda de su infancia, seguirán circulando de generación en generación. 

Las palabras puñal se guardan en un lugar tan oscuro de nuestro corazón que siempre están presentes, pasen los años que pasen. Incluso reaparecen al llegar a la maternidad o la paternidad, como un huracán turbio que estaba escondido.

Las palabras puñal necesitan limpiarse de dentro afuera, es el propio niño/a convertido en adulto/a quien se desprende de ellas después de un arduo trabajo interior

Lo mejor, es que podemos ahorrarles una buena parte de ese mal trago a nuestros hijos/as (también unas cuantas terapias) podemos pararnos y pensar antes de decir las palabras que hieren, las palabras puñal

Todos sabemos cuáles son, las hemos oído demasiadas veces de la boca de nuestros padres/madres o maestros. Han campado a sus anchas con una impunidad infinita. Son tan comunes que han pasado a ser parte de una tradición cultural, incluso de un imaginario colectivo. 

Son esas palabras que a todo el mundo le duelen aunque finjamos que no. Son esas que algunos/as no soportamos escuchar ni de adultos/as.

Son, todos y cada uno de los adjetivos, en especial los negativos que no usaríamos nunca con un desconocido/a pero son el pan de cada día en muchas familias: llorón, egoísta, quejica, fea, abusón, idiota, tonto, vago, torpe, débil, desagradecido, estúpida, lento,…

Son las frases dichas (a veces de manera inconsciente) para minar la autoconfianza de los niños/as y/o causarles miedo (que no respeto): “Como vaya te vas a enterar” “Eres insoportable” “Como se lo diga a tu padre/madre” “Porque lo digo yo” “Sois todos/as igual de inútiles” “No vales para nada” “¿Quién te has creído que eres?” “No pasa nada” “Otra vez vas a llorar” “Eres igual de cabezota que tu padre/madre/abuelo” “Tú te callas que estoy hablando yo” “Eres la única/o que da problemas” “Algo habrás hecho” “Siempre se hace lo que tú quieres” “Tienes mucho cuento” “Eso no te lo he enseñado yo”…

La lista es infinita.

Las palabras puñal no son golpes, pero hieren y duelen tanto o más que los golpes. Las palabras puñalgeneran odio, resentimiento, culpa, ira y rencor. Las palabras puñal -si son mayoritarias- inmovilizan y pueden dejar secuelas o causar trastornos y esto es importante reconocerlo.

Ninguna palabra puñales inocua, pero cada vez tenemos la oportunidad de reflexionar y no pronunciarla. Siempre tenemos la oportunidad de dejarlas (de una vez por todas) a un lado del camino y avanzar junto a nuestros hijos/as hacia el amor y la comprensión. Siempre tenemos la oportunidad de pedir perdón si no lo hemos hecho antes. Siempre la oportunidad de sanar a esa niña/o que fuimos, porque en el fondo es la herida la que ve nacer al puñal.

Y poco a poco las palabras puñal se sustituyen por palabras beso que nutren y acarician... y cientos de palabras beso salen de manera automática diariamente de nuestra boca. Son aquellas palabras que sabemos que nos sientan bien y alimentan sonrisas.

Os hablo, un poco más profundamente, de las palabras beso en otro post.



Myriam Moya Tena

pd Un libro más que recomendable que estudia el lenguaje y la comunicación dentro de la familia es Entre padres e hijos de Haim G. Ginott. Una joya.

Jugar, jugar sin parar.

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 Imágenes Faby


A mis padres, por permitirnos jugar y jugar como locas, sin restricciones, durante horas…


Lo confieso, me paso horas y horas viendo jugar a mi hija, maravillada por su despliegue de ideas, objetos variados, artefactos y sobre todo por su fructífera imaginación. 

Verla jugar, tener el privilegio de ser esa espectadora pasiva, es uno de los mayores regalos de esta vida. Para ello he tenido que dejar de lado un orden que de alguna manera me tranquilizaba y dar la bienvenida a un caos (que en su mente no es tal caos, comprobado) que me ha reconectado con mi infancia y descubierto un mundo mucho más sabroso.


Así que lo admito, me encanta ver el suelo de mi casa lleno de juguetes, telas, cachivaches y objetos diversos. A veces, tengo que ir poco a poco, haciendo maravillas para no tropezar. Me gusta verla sacar y meter, me gusta la libertad que tiene para ir y venir por todos los espacios de la casa, para no sentirse recluida a un cuarto o a un juego concreto.

Y, debo ser rara, pero me gusta recoger, con o sin ella (solemos recoger juntas) no me importa recoger. Ahí, mi hija y yo somos iguales, (ella es así desde muy pequeñita) cada cosa tiene su lugar bastante preciso, ahí aparece el orden como parte de un juego también (guardar cada cosa en su sitio).

Cosas en las que creo (o cómo lo hacemos en casa)

  • Toda la casa es un espacio de juego, desde el salón hasta la cocina, el baño, las habitaciones,  la circulación entre estos espacios es libre. Nuestra hija elige donde quiere jugar, normalmente juega cerca de donde estamos nosotros.
  • Los juguetes están relativamente ordenados. Al guardarse intentamos no mezclarlos demasiado, excepto los que están en un par de cubos grandes.
  •  No hay que guardar un juguete o juego para usar otro. Me parecería poner un límite innecesario a su imaginación. Se recoge al final cuando Zambra decide que su juego ha terminado. Creo que esto es un regalo para su imaginación que mezcla de manera apasionada, cosas inimaginables, inventa, mete y saca de cajones, armarios, etc. A veces le pregunto si ya ha terminado y si esos juguetes se pueden recoger, si no es así, no lo hago. Si dice que sí, pero a ella no le apetece recoger en ese momento porque sigue jugando, lo recojo yo si me molesta a mí (es importante darse cuenta de que nos molesta a nosotros no a ellos, felices y  absortos en su juego). Normalmente, al verme recoger viene y lo hace conmigo.
  • No intervenimos a no ser que nuestra hija nos lo pida. Juega libremente e intentamos no coartar nada. Esta observación nos permite saber muchas cosas de su vida afectiva- emocional también.
  • El juego al aire libre es importantísimo, pero esto da para otro post.
  • Excepto juguetes bélicos o que puedan ser peligrosos: plásticos de muy mala calidad, punzantes, etc, no hay restricciones. Tampoco con las barbies o princesas, que no suelo comprar pero que le regalan, pasan a ser un juguete más que puede dar mucho juego, os lo aseguro. (os debo post)
  • La ropa puede ser un maravilloso juguete, un calcetín puede ser tantas cosas para una niña de 3 años, también los barreños, las pinzas, los utensilios de cocina de mayores, etc, etc.
  •  Los disfraces son una puerta maravillosa a la interpretación, cualquier cosa, gorro o tela se convierte en un disfraz en sus manos. Nos gusta disfrazarnos.
  • Todos los objetos son polivalentes, los instrumentos de cocina no son necesariamente para jugar a cocinitas, etc.
  •  Cuando nos bañamos también es un juego, los muñecos de turno son bienvenidos y luego secados por Zambra convenientemente.
  • Los juguetes, lugares o personajes imaginarios existen y los vemos todos. No sabéis la de gente que vive en una casa.
  • Se admiten juguetes en la mesa, y no obligamos a dejar un juego para venir a comer. Normalmente se pone la mesa y nos sentamos todos y Zambra viene libremente a comer, si está haciendo algo muy importante (jugar) lo termina sin presiones del tipo "ven ya, la comida se enfría". 

  •  En casa hay mucho role-play. Somos lo que nos apetece sin distinción de sexo o edad: personas, animales, objetos...Mantenemos el role-play todo el tiempo que haga falta en casa o en la calle.
  • Ensuciarse, mancharse es siempre bienvenido. No hay ropas incómodas que puedan limitar el movimiento. Si se quita la ropa lo respetamos (esto me requiere un súper esfuerzo porque soy muy friolera, tengo un asunto pendiente, los calcetines en invierno, poco a poco)


Respecto a esta última, os dejo un vídeo que ayer volvía a circular por facebook, es un anuncio pero creo que está muy acertado, disfrutadlo y a jugar todo lo que podáis, también los adultos.



Myriam Moya Tena

Pd: otro día os hablaré de cómo lo hacemos con los libros, porque tengo en casa una pequeña gran lectora.
pd2: os debo otro post sobre la televisión.

Crianza con apego en tiempos de desahucios

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Crianza con apego en tiempo de desahucios, en el “hoy tengo casa y mañana no sé”, en medio de la gran estafa, sin dación en pago todavía, sin alquiler social, plantando cara a los ladrones de guante blanco; también ahí, crianza con apego.

Crianza con apego sin saber cómo pagar el alquiler, si vas a llegar a fin de mes, en épocas turbias de solidaridad infinita, volviendo a casa de los padres, viviendo con los abuelos, tal vez optando por la okupación rural.

Crianza con apego en tiempos de rabia, de odio, de desesperación, intentando convertirla en algo constructivo, para no traspasarla a los niños, para no dañar a los hijos con tanta incertidumbre. Viendo siempre la luz brillante al final del túnel. Sin perder el Norte, ni tampoco el Sur.

Crianza con apego cuando tu jefe te echa a la calle por estornudar, sin indemnizaciones, sin explicaciones, en la época de los EREs, con millones de parados/as reinventándose sin ningún tipo de ayuda, con muchas familias, demasiadas ya, pasando hambre; también ahí, crianza con apego.

Crianza con apego contra viento y marea, soportando recortes inhumanos en educación, sacando a tu hijo de la escoleta libre a tu pesar, viendo aumentar las ratios en la escuela tradicional, sin plaza en la escuela pública, bajo la sombra del oscurantismo y a pesar de todo, sacando fuerzas para la esperanza.

Crianza con apego en la era del neomachismo y las leyes injustas, de saltarse a la torera la conciliación familiar, las reducciones de jornada, del “da gracias que aún tienes trabajo” y aún así seguir reclamando a diario tus derechos y los de tus hijos.

Crianza con apego sin personal sanitario para acompañarte en el camino, porque la sanidad por desgracia ya no es universal, en tiempos de mano dura y de desobediencia activa. Mal vista y criminalizada por ser migrante. Acompañada ejerciendo esa desobediencia, trasmitiéndola a tus hijos por encima del miedo.

Crianza con apego en el mundo de la despersonalización y el no contacto, donde la infancia no es prioritaria, donde mujeres y niños (privados de voz y voto) son los que más sufren; ahora más que nunca, pensando en el futuro: crianza con apego.

Crianza con apego en la época de las cooperativas autogestionadas, los huertos urbanos, los grupos de crianza, el consumo ecológico, las madres de día, el “hoy por ti y mañana por mí”, el “cambio ropa de niño de 6 años por ropa de niña de 3”, en pleno auge del trueque y el crowfunding.

Crianza con apego enamoradas, embarazadas, puerperas, lactantes, paradas, desde casa, en el trabajo, en las calles, en las PAHs, con cientos de sonrisas cómplices de mujeres conocidas o desconocidas, maternadas desde un ordenador, estudiando de nuevo, movilizadas, activas, enredadas, empoderadas, deconstruyéndonos, reinventándonos, cambiando paradigmas desde el anonimato: crianza con apego.

Crianza con apego, cambiando el mundo en chiquitito, durmiendo con la conciencia tranquila cada noche, que es ya mucho.

Myriam Moya Tena 

Pd: SÍ se puede!










Cuatro años y una semana sin humo

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Son las 4 de la tarde. Mientras mi hija toma teta, le digo "gracias" desde lo más profundo. "Gracias, gracias" sin explicarle nada más porque intuyo que ella ya lo sabe: "gracias por estos 4 años sin tabaco y sin humo".


Hoy he visto en facebook que es el día mundial sin tabaco o algo así y me ha apetecido contaros mi historia. Ya nunca me acuerdo de él, excepto si hay alguien fumando cerca porque me molesta en sobremanera.

Confieso que he sido fumadora durante 22 años de mi vida, desde los 14 a los 36, con un único periodo de 6 meses sin fumar en medio. Siempre he fumado poco (si es que se puede fumar poco claro), unos 5 cigarrillos al día, más por placer que por nerviosismo. He sido capaz de pasar días sin fumar por una enfermedad o un viaje. He viajado siempre en no-fumadores (cuando existían ambas posibilidades) porque no soportaba el humo ni la adicción de los otros, he sido toda una adicta a mi manera.

No sé qué carencias cubría, qué falta de succión y/o maternaje, qué violencia y qué sustitución / compensación encontraba para haber pasado, casi sin darme cuenta, 20 años de mi vida con un paquete de tabaco en el bolso y un cigarrillo en mi boca. Yo, una mujer adulta y con información médica puntera (tradicional y holística) al alcance.

Unos meses antes de quedarme embarazaba, pensaba en si me seria duro dejarlo (estaba convencida de que lo dejaría en el embarazo; de hecho soy una mujer muy obstinada y de eso no tenía dudas) pero no intuía lo fácil que iba a ser.

Y es que la vida me hizo un regalo. Supongo que Zambra no quería una madre fumadora porque nada más se implantó en mi cuerpo, éste rechazó el tabaco de una manera categórica. Los vómitos y las nauseas del inicio ayudaron. A veces piensso que solo por eso valieron la pena.

Pasó todo el embarazo, pasó el parto, el puerperio, en total 4 años y jamás se me ha pasado por la cabeza volver a fumar. No he tenido que hacer ningún esfuerzo enorme, ni tomar ninguna decisión a nivel mental, mi cuerpo lo ha hecho por mí (o tal vez conmigo). Mi cuerpo y Zambra, estoy segura.

Hay gente que dice que es la lactancia que también protege, que son las hormonas, que por eso ni siquiera me apetece y tengo tal rechazo.

A día de hoy sigo sin ganas de fumar, sin faringitis, sin laringitis, con mejores digestiones, mejor salud, saboreando y oliendo la vida de una manera diferente. Yo pienso que era el momento.

Éste ha sido otro de los regalos que me ha traído la maternidad, vida a cambio de vida.Aire fresco a cambio de aire fresco. Le estoy tremendamente agradecida.


Myriam Moya Tena




Y de repente el gris inundándolo todo...

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Y de repente el gris inundándolo todo,
los ojos catarata,
la nariz catarro,
el río subterráneo de meandros y musgos,
el antiguo dolor azul marino,
mi noche negra…
sin esconderme,
sin escondértela…

Y ahí tú, mi niña, mi espejo,
tú y tu paleta de colores,
tú que todo lo pintas de rosa títere,
de amarillo calor,
de verde escucha, de rojo abrazo, de azul consuelo...
tú mamando cada 30 minutos,
tú preguntando por el llanto,
tú acompañando mi tristeza
desde el innato derecho a fluir-llorar,
a sanarse una misma.

Yo cascada silenciosa y serena.
tú taller de marionetas,
tú artesana del juego,
tú recibiendo la idea de que el gris es transitorio,
tú que todo lo sabes,
tú cercana al enfado devolviéndome el gris.

Yo imitando tu crujir de pinceles,
yo pintando mi falda de rojo a flores,
mi boca de sonrisa apayasada,
dejando marchar el dolor,
poniéndole distancia,
amasando la primera piedra
de mi nueva casa.

¡Tenía que ser también de mí donde aprendieras
el azul tristeza, el gris tañido!

Catarsis hecha. Seguimos de viaje.


Myriam Moya Tena



A la hoguera... Feliz Noche de San Juan/ nit de Sant Joan. Bona revetlla!

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A la hoguera todo lo caduco, lo que sobra en cada casa, los trastos viejos almacenados por si acaso, las estanterías repletas sin lugar para lo nuevo, la ropa sobrante, la energía estancada… a la hoguera!


A la hoguera las emociones que carcomen, lo que sobra en cada cuerpo, en cada alma, el victimismo, el miedo a lo desconocido, los grilletes que arrastramos en los tobillos desde hace meses, tal vez años… a la hoguera!



A la hoguera el esperar el primer paso de los demás, el buscar en la madre real lo que no nos llegó,  abracemos nuestra madre interna, adoremos a la Madre Tierra, rindámosle pleitesía por el simple hecho de estar vivas.



A la hoguera los celos, las comparaciones con la vecina, con nuestra mejor amiga, con cualquier desconocida.

A la hoguera el vivir la maternidad de una forma preconcebida, abracemos el instinto, los impulsos saludables y los propios límites,  y el resto?… a la hoguera!



A la hoguera la culpa, de una vez por todas y para siempre.


A la hoguera los juicios y sobre todo los prejuicios… crezcamos sin lastres, hagámoslo juntas!


Hoy a las 12 de la noche, si te apetece, puedes quemar en una hoguera o una vela (si estás en casa) un papelito simbólico con todo lo que quieres dejar ir visualizando tu renovación …


A partir de ahí, aprovechando la magia de la luna llena y la fuerza de las celebraciones colectivas, si quieres de manera consciente:

Abre la puerta a lo nuevo

Bendice todo lo mágico que hay en ti y en los que te rodean.

Invoca a la fecundidad, si así lo deseas (es un gran día, especialmente si puedes bañarte en el mar sobre las 12 bajo la luna llena, habrá muchas mujeres celebrando su fecundidad y sexualidad de manera gozosa). 

Agradece tu salud y la de los tuyos, puedes pedir al Universo salud.

Celebra el AMOR que te rodea, bendice la experiencia de ser madre si lo eres y la posibilidad de sentir amor incondicional por tus hijos/as y, poco a poco, por ti misma.

Visualízate feliz y visualiza a tus cachorros felices. A veces la felicidad se encuentra en lo más simple, en el día a día cotidiano.

Decide lo que quieres aportar al mundo (que seguramente es lo que te hace vibrar) y ve a por ello con todas tus fuerzas.

Dile “hola” a la magia, déjala formar parte de ti, eres un ser único e irrepetible.

Ama, haz el amor con alguien si te apetece, hazte el amor más a menudo. Dale la bienvenida a la liberación del orgasmo. Si estás lactando y no te apetece, respeta tu tiempo y tu cuerpo.

Y sobre todo, piensa que no estás sola, que hoy habrá miles de hermanas del norte y del sur celebrando y llenando de magia su hogar y a sus familias.

Así sea.

Myriam Moya Tena



Pd: Por si a alguien le interesa os dejo los rituales típicos de mi tierra (una ciudad cerca de Valencia, para la noche de San Juan/Sant Joan):


·       Acercarse a la playa y entrar en el mar de espaldas a las 12 en punto (todo el mundo entra a la vez) mientras contamos 9 olas que rompen en nuestros pies. Pedir y visualizar nuestro deseo a ser posible relacionado con la fecundidad, sexualidad o la salud. Si os apetece lo mejor es bañarse completamente en el mar (quizás sin ropa y conectar un poco con esa luna llena tan potente, recibiendo su energía). Es muy bueno para enfermedades de la piel.
·       Tirar al mar un fruto (salud), una flor (amor) y una moneda (dinero). No sé por qué pero también se suele hacer de espaldas.
·       Tirar en la hoguera un papel con todas las cosas o costumbres que deseamos dejar atrás, visualizando la limpieza y la renovación.
·       Dar vueltas a la hoguera en número impar, en cada vuelta se puede pedir un deseo.
·       Saltar la hoguera o las brasas (solo para hogueras muy pequeñas). Creo que es por el poder purificador del humo y/o fuego.
·      Bailar y cantar libremente alrededor de la hoguera.
·       Pasar el pelo por hierbas o arbustos, a ser posible aromáticas, para que crezca fuerte y sano.
·       Recoger una botellita de agua del mar para lavarse la cara.
·       Dejar un vaso a la serena con una clara de huevo y pedir un deseo, según la forma del día siguiente sabremos si va a llegar pronto (si sube hacia arriba) o no.

Un beso enorme, yo este año no podré ir a bañarme a la playa, pero pienso realizar todos los rituales en casa. Feliz verano y feliz verbena!!!

Un saludo a todas las lectoras del hemisferio Sur, os deseo de corazón una buena entrada al invierno.

¿Y si mi hijo/a me sale delincuente?

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Imagen: Jutta Bauer

A veces me escriben lectorasy/o me comentan madres cercanas de niños -sobre todo varones- criados con apego seguro (no sé por qué pero es algo bastante de género) que les surge de repente -desde lo más profundo- ese miedo irracional a una futura "delincuencia" de su hijo, al menor síntoma de agresividad que ven en él. Esto ocurre incluso con niños muy pequeños o bebés.


Ahí, en esos momentos delicados, se les dispara su mente adulta con su montón de miedos e incertidumbres: "¿y si mi hijo me sale delincuente?" "¿Y si nos pega a todos cuando crezca?" "¿Y si somos demasiado blandos?" "¿Permisivos?" Y la pregunta del millón que nadie se atreve a decir en voz alta: "¿Y si esta crianza desde el respeto no funciona a cierto nivel?".

A veces, olvidamos que los niños son espejos, que su rabia es nuestra rabia silenciada, que los hijos/as nos sanan, que somos parte de sistemas familiares densos y entrelazados, que ellos no necesitan reprimir lo que les duele, que tal vez son más listos y han decidido sacar fuera la rabia y no enfermar… 

Otras no vemos o no reconocemos nuestras propias infancias, nuestras propias violencias, nuestras propias carencias y proyectamos en ellos nuestros miedos, los individuales y los colectivos o sociales que también existen…

Creo que es importante recordar que la primera generación criada conscientemente (como colectivo aunque un poco minoritario) está tal vez llegando a su adolescencia ahora y poco tiene que ver con lo que nos venden como adolescencia a grosso modo, especialmente desde los medios de comunicación.

¡Qué imagen tan distorsionada tiene la sociedad común de la adolescencia y me atrevo a decir que incluso de las conductas delictivas que no son otra cosa que dolor, miedo y vacío!

¡Qué daño irremediable causan ciertos jueces, ciertos gurús, ciertos libros de ciertas pedagogías negras obsoletas y ciertos programas de televisión, que mezclando a su gusto cócteles explosivos de ego, sensacionalismo, terror y audiencia, dañan la imagen social de un colectivo vital y maravilloso!

¿Pueden ser las llamadas “conductas delictivas”, así a grandes trazos, fruto del exceso de amor, de la protección o el apego?¿Alguien se lo cree?

¿Son la rabia, el dolor y el odio,que las alimentan normalmente, fruto del acompañamiento y el respeto o de la frustración y el abandono?

¿Es la ausencia de límites claros o valores fruto del amor o de la falta de presencia?

¿Por qué socialmente (y desde el sistema educativo) no se insiste en lo segundo cuando científicamente está demostrado que un vínculo materno fuerte, la crianza respetuosa y el apego seguro crea generalmente personas empáticas, autónomas y de convivencia tranquila?

¿Por qué nadie es capaz de decir que los hijos visibilizados y validados tienen mucha suerte de ser tenidos en cuenta y tienen pocas posibilidades de desarrollar conductas delictivas?

¿Por qué nadie habla de los miles de niños que se crían solos por culpa de un sistema laboral voraz, una pedagogía negra desfasada y un sistema educativo rígido, obsoleto y cerrado?

¿Por qué no se nombran los bebés y pequeños a los que se les niega el cariño y la aprobación por miedo o falta de tiempo?

¿Tendrán también algo que ver en esto unas desigualdades sociales que son violencia hacia el infante y a veces muy extrema?

Y a pesar de todo la gran mayoría de adolescentes que año tras años pueblan mis aulas (nada que ver con los que salen en los reality-shows de televisión) son seres fantásticos, creativos, resilientes, amorosos  que sacan lo mejor de cada casa, doy fe… e incluso aquellos que coquetean alguna vez con las llamadas "conductas delictivas", muy pocos por suerte para ellos, son niños grandes tremendamente heridos, la mayoría con una historia desgarradora detrás, que no buscan otra cosa que ser vistos y amados,como todos.  

Nuestros hijos/as son y crean su propio gran futuro.

Myriam Moya Tena

Pd: me niego a utilizar una foto de un niño de pocos años enfadado para ilustrar un post que hable de “conductas delictivas”, hasta ahí llega la manipulación a la que estamos sometidos, la rabia y el enfado son parte del ser humano, dejémosla salir y aprendamos a validar y a no alimentar la fustración desde los adultos.


Vacaciones (Mode On)

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Y si todo fuera tan sencillo como decir que sí, decir que sí al sol que besa, decir que sí una y otra vez al aire azul, a ese olor inconfundible a cloro de piscina, a la arena de playa dibujando huellas en los pies…

Y si todo fuera tan sencillo como decir que sí, al no-hacer, al no-producir, al no-escribir…


Y si en eso consistiera el verano en fluir y gozar remojada en el agua, o a la sombra de un árbol, sin nada más ni nada menos, porque ya es mucho fluir y gozar en esta vida…

Recuerdo bocadillos de nocilla a pie de piscina, el calor de mi madre envolviéndome en una toalla de playa al salir, con los labios morados, de donde no quería salir, porque ningún niño/a que conozco quiere salir jamás de una piscina…

Recuerdo normas transgredidas con gusto y mucho relax, olor de vacaciones, acostarse tarde, levantarse tarde, colchonetas en la playa, jugar tanto en la montaña que hasta yo (bendita sea) lograba olvidarme de los libros…

Recuerdo hileras de hormigas, alimentarlas con miguitas de pan, vivir a la puerta de su hormiguero, observar a mis perros “aparearse” y a nuestra perra pariendo año tras año, maravillándonos la vida, mientras limpiaba a cada cachorro y engullía la placenta…

Recuerdo bailar bajo los farolillos de una verbena en un pueblo, en los bajos de un apartamento, en nuestra urbanización en la montaña… no habría que volver a esperar a los 70 años para dejarse los pies delante de una orquesta, aunque entiendo que con 70 años uno debe tener muchas ganas de bailarle a la vida…

Lo recuerdo como si fuera hoy, trepando por las piedras (con zapatos rosas poco apropiados, gracias mamá por respetar mis gustos), mi bicicleta amarilla de 4 ruedas, después de dos, la plateada… Y el viento del camino y cantar todo el día desgañitada, junto a mis hermanas y a mis primo/as…

Estoy de vacaciones (Mode On), mi niña interior me lo ha pedido, ha hecho pandilla con Zambra y andan las dos sin querer salir de la piscina, bebiendo -envueltas en toallas- granizado casero de limón. Están despelotadas por la casa y sé que van en serio…

Habrá que hacerles caso que son dos!

Myriam Moya Tena




"A Love Supreme"

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He decidido amarte más allá de las normas que otros imponen,
(esos desconocidos que no saben ni de ti ni de mí, de nuestra historia).
He decidido amarte cada día con conciencia de hacerlo,
amarte porque eres -y no eres- parte de mí,
amarte porque me lo pide el cuerpo,
amarte con los pechos, alimentarte con mi leche viva,
amarte más allá de ningún hombre,
de ninguna mujer
salvo yo misma.
He decidido amarte así, a lo grande,
un poco desparrame,
ser la observadora que no interviene en tus juegos,
la que no te juzga...
Amarte y ofrecerte límites seguros,
respetuosos con tu carácter, tu creatividad,
tu pasión por vivir…
He decidido hacerlo sin muchas referencias,
sacando a veces fuerza de la fuerza y otras de flaqueza,
inventando mucho, confiando siempre,
he decidido hacerlo acompañada
por tu padre y por ti,
por una tribu on-line
que no me falla.
He decidido, hace mucho, deshacerme del miedo,
desaprender contigo
y hacerlo lo mejor que sé…
Esta madre, que a veces se equivoca,
te quiere con locura,
"A Love Supreme".



Myriam Moya Tena




NORMATIVA DE USO AMOROSO PARA PISCINAS MUNICIPALES O COMUNITARIAS AL AIRE LIBRE

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Ilustración de Bruce Mcpherson

Artículo 1.
La piscina estará abierta entre los meses de junio a septiembre, en horario de 10:00 horas a 20:30 horas de lunes a domingo. 

Artículo 2.

Es obligatorio el trato respetuoso de los niños/as por parte de los adultos acompañantes, sean sus padres, madres, abuelos/as, canguros o cualquier adulto responsable.

Artículo 3.

Está totalmente prohibido pegar a los niños/as, en cualquiera de sus formas. Es decir no se permiten, bajo ninguna circunstancia, palmadas en el culo, golpes en las manos, cachetes, collejas, etc.  Si usted todavía necesita pegar a sus hijos/as para mantener su liderazgo, si siente que hacerlo es lo correcto o que pierde el control, le recomendamos que sane su pasado.

Artículo 4.

Es responsabilidad de todos/as los usuarios mantener un buen clima colectivo de respeto y empatía en la piscina. Por favor intenten evitar los gritos y los insultos a los menores. Sus hijos/as se lo agradecerán enormemente.

Artículo 5.

Los cursos de natación que organiza la Concejalía de Deportes/el socorrista son opcionales (a elección del menor). No admitiremos niños forzados que no quieran o no estén interesados en aprender a nadar. Los mayores y los niños/as pueden disfrutar conjuntamente de la actividad si así lo desean. Los padres/madres son bienvenidos.

Artículo 6.

No se puede entrar al recinto esperando que sus hijos/as sean vigilados/as por el resto de adultos. Los niños/as aprenden con el ejemplo y necesitan atención constante. Si su dispositivo móvil le tiene atrapado/a, puede probar a desconectarlo o esconderlo en el fondo de la mochila.

Artículo 7.

Hay que respetar todas las emociones de los niños/as y bebés. Es importante validar tanto las consideradas positivas como las "mal consideradas" negativas: ira, rabia, enfado, tristeza. De esta manera también crecerá usted como persona, a la vez que su hijo/a.


Artículo 8.

Está prohibido totalmente zarandear a los niños/as a modo de reprimenda o arrastrarlos tirando con fuerza del brazo mientras lloran, sea por la causa que sea. Recuerde que puede provocar lesiones duraderas, no solo en su cuerpo sino también en su autoestima.

Artículo 9.

Por medidas de salud física y emocional se recomienda a las mamás alimentar a sus bebés siempre que lo necesiten. La lactancia a demanda es bienvenida. El resto de alimentos también.

Artículo 10.

Está prohibido forzar a comer a un niño contra su voluntad. Las maniobras de introducción de papillas a la fuerza, cierre posterior de boca, obligar a comer lo expulsado, están totalmente prohibidas. Si su hijo no come porque está entretenido, piense que ya comerá después.

Artículo 11.

No se puede (bajo ningún concepto) dejar llorar al bebé o niño en el carrito o toalla, sin atender su llanto, esperando a que se duerma solo. Recordamos que las variaciones diurnas del método Estivill no son admitidas en esta piscina dedicada al baño y al ocio en general.

Artículo 12.
Todos los usuarios/as tendrán que cumplir el presente reglamento, de lo contrario dependiendo de la falta o acto que cometan, pueden ser expulsados del recinto y tomar las oportunas medidas legales contra el infractor. Recordamos a los usuarios que agredir a un menor es delito.

Les deseamos que pasen un estupendo día cargado de risas, juego libre, cariño y respeto. Si pueden aprendan de sus hijos/as y si les apetece comportensé un poco como niños/as, que es un gustazo.

pd: si su bebé o niño/a no quiere salir de la piscina jamás, es normal ¿Ya ha olvidado cuando era usted el/la de los labios morados?

Atentamente,

El equipo a cargo de la piscina.


Myriam Moya Tena

A mí la maternidad de las “celebrities”… me importa un comino.

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A mí la maternidad de las “celebrities”… me importa un comino.

A mí la maternidad de las “celebrities”… me importa un comino, me la pela, me la suda, me resbala, me la paso por el forro, me la refonfinfla, me la rempampinfla, I dont give a fuck, it doesn’t mind, it doesn’t bother, me importa tres pimientos, me la transpira, me vale queso, me la trae al pairo, me la bufa, me la porta fluixa, se me’n fot… (1)

Vamos que YO PASO.

Yo paso de si no se quién de Inglaterra acaba de dar a luz mediante un parto natural hospitalario (me alegro de no saber ni quién es), de si fulanita va a dar teta hasta la universidad o ha parido por cesárea, de si menganita usa colgona o fular y de cómo de bien o de mal se hace los nudos del fular (que hasta eso llegamos)… 

Yo paso de si la mujer de un escritor que detesto da a luz en casa y revoluciona twitter, de si X no piensa dar pecho en público o si A se hace fotos desnuda dando teta, de si Z sale a cenar con su pareja en el puerperio, de si Y ha salido de casa unos días y ha dejado al bebé con el padre, de si M recupera la dichosa figura o de si L luce orgullosa barriguita y taconazos.

Yo paso.

No necesito que estas mujeres me representen (maternalmente hablando), ni que se conviertan en estandarte de nada. No les exijo nada que no haga cualquier madre primeriza. No les debo nada como mujer. No espero nada que no espere de una madre común. Me gustaría que vivieran sus maternidades tranquilas y en privado, que no se analizara desde fuera cada uno de sus pasos con ojos de lupa. Que no se les otorgara una voz y una responsabilidad que nos corresponde a todas como colectivo. A veces me preocupa (y mucho) que tengan tanta influencia en otras mujeres/niñas como se dice que la tienen.

A mí dadme madres comunes para cambiar el mundo: mi hermana, la vecina de abajo, la de la frutería, la que vive en tierra de Pagès, la poeta, la profe de mi hija, mi amiga del alma, la terapeuta, la amiga de mi compañero, la vendedora del mercado, la de la cooperativa ecológica, la que trabaja desde casa, la que cría sin horarios, la bloguera, la forera, la del Homeschooling, la que es madre de tres, la asesora de lactancia, la asesora de porteo, la doula, la matrona respetuosa, la que no es madre y anda con nosotras…

Dadme realidad a manos llenas…

Y unos poquitos hombres también en el camino…

Y hablamos en bajito largas horas como se ha hecho siempre.


Así que la maternidad de las "celebrities"...  a mí plim.

Myriam Moya Tena

 (1) Gracias a todas mis amistades de facebook que han colaborado -sin saberlo- en este post aportando sinónimos. Os quiero!


El día en que dejé de ver "la sombra” de las demás

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Hubo un día en que dejé de ver "la sombra” de las demás. Llevaba un tiempo ya bailando con la mía y sentí, de repente, la necesidad de dejar de “juzgar”, imaginar o nombrar lo que no me pertenecía: la vida (con sus luces y sombras) de las otras mujeres con las que coincidía en el camino.


Desde ese día ya no salieron de mi boca, ni aparecieron en mis comentarios frases que son tan comunes que han dejado de rechinarnos en los oídos. Frases que forman parte del cotidiano de muchas mujeres, aunque no deberían existir. Frases como:

Aquiere un parto natural pero seguro que no puede y acaba en cesárea, se ve venir”



Bno creo que sea capaz de mantener mucho tiempo su lactancia, seguro que tiene dificultades”



Ctiene tantas pérdidas gestacionales porque en su familia pasó algo y no lo ha sanado”



Dva a tener un embarazo difícil, ya verás, con lo complicado que lo hace todo”



“F no logra quedarse embarazada porque su madre cuando era pequeña (adivinación)”



Hno encuentra una pareja adecuada porque tiene un problema y no lo quiere ver”



Jtiene las menstruaciones dolorosas porque (adivinación)”


etc etc etc.

Las mujeres tendemos a ver, inventar y adivinar las sombras de las demás porque nos sirven de espejo. 

Las mujeres hemos crecido reconociéndonos en el otro y la otra, incluso a veces nos definimos desde lo negativo como lo que no somos, en vez de hacerlo desde nuestra propia esencia.

Da igual las veces que una mujer haya bailado con su sombra, e incluso si la ha visto de cerca, dejar de ver y nombrar las sombras de las demás suele ser un acto consciente y requiere un esfuerzo.

Suele ser dejar la sombra para elegir la luz, dejar de imaginar y juzgar para simplemente (y muchas veces desde el silencio) acompañar. Suele también conllevar la aceptación de la propia vulnerabilidad y de la propia sombra.

Yo hubo un día en que conscientemente decidí abrir mis ojos lo máximo posible a la luz. 

Decidí sacar a las demás de su papel de víctimas y confiar en que cada una estaba siguiendo su propio camino.

Yo no creo que la mayoría de mujeres/madres andemos tan perdidas y solas como se dice.

Yo nos siento cercanas, valientes, alegres, disponibles.

Yo he elegido (siempre que pueda, no soy infalible) en vez de ver la sombra ver la luz.

Hubo un momento determinado de mi puerperio, en el que me di cuenta que de tanto querer sanar mi sombra podía perderme mi propia luz o, algo más importante, las luces multicolores de mi hija. Entonces hice un pacto con ella, decidimos seguir caminando juntas, ir conviviendo día a día y hacernos amigas. No nos ha ido nada mal.

Así que, cada cual es cada cual, cada una a su ritmo, sanándose, viviendo y disfrutando lo máximo posible.

Ahora cuando oigo frases de mujeres cercanas sobre partos, lactancias, abortos espontáneos o voluntarios, vueltas al trabajo precipitadas, falta de vínculo, envidias, etc, de otras mujeres, respiro, hago OMMMM y le deseo a esa mujer, conocida o no, lo mejor para que siga fecunda su camino.

No sé si trabajar la confianza en la fortaleza de las otras mujeres nos volverá a hacer confiar en nosotras mismas, por los generosos espejos que dan y reciben; pero sí sé de algo que es un gran legado para nuestras hijas: una vida repleta de colores, alejada del blanco y negro prejuicioso; una vida donde las sombras no impidan, repleta de luz.

Myriam Moya Tena

Palabras que crecen

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“Se está haciendo mayor” me dice tu padre cada vez que pierdes una de tus palabras y la sustituyes por la gramaticalmente correcta. “Acaba de decir Jamón jork y una tierna nostalgia nos invade a ambos “¿con lo dulce que sonaba “valsa jork”?”.


Llevamos mucho en este aprendizaje. Cada vez que una de tus palabras autóctonas se va, de alguna manera tú creces. 

Ese bebé, desde hace un tiempo niña, va siguiendo su propio camino y yo atesoro listas de palabras tuyas desde los 19 meses que escribí la primera.

Qué hermoso para cualquier madre/padre ese regalo del lenguaje que nos da lo efímero! Qué oportunidad para una filóloga como yo el poder acompañarte en este viaje!

Te encanta el lenguaje. No me sorprende. Desde hace mucho lo modelas, lo recreas, inventas palabras que no existen, para cosas que nadie ha “nombrado” todavía.

Das color a tu cotidiano, así a tu manera.

En casa no te corregimos nunca. Sabemos que algún día las dejarás ir. Ya quedan tan pocas.

Hoy me he decidido a escribirte otra lista, tal vez la última, en ella están algunas de las palabras más emblemáticas de tu lenguaje actual.

Por eso, porque no quiero que se nos olviden, las he traído a tu blog.


Zambra, 3 años y 8 meses

Pelicienta (Cenicienta)

Chanzo Panza (Sancho Panza)

Putachups (chupa-chups)

Con mí (conmigo)

Escaleras satánicas (escaleras mecánicas)

Tetete (leche de avena o arroz, la más antigua de las que sobreviven).

Camalar (calamar)

Ma-estación (manifestación)

Jabulin (Haloween)

Gelo (celo) 

Tivo vivo (tíovivo)      

Pumpo (pulpo)

Tampoto (tampoco)

Teléfomo (teléfono)

Palabras inventadas

Chuchuepe (papel mojado)

Come come (palillo del japonés)

Toca toca (juego inventado)

etc


Upps, creo que ya solo nos quedan éstas, ojalá que nos duren un poquito más!

¿Y vuestros/as hijos/as, qué palabras propias utilizan?

¿También escribís listas como yo?


Myriam Moya

Cómo acompañar a nuestros hijos/as en la vuelta al cole

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Imagen Leadro Lamas.



Cada septiembre, miles de niños/as, tal vez millones, abandonan sus casas, y como decía mi amiga Elena Mayorga el otro día, calles, plazas y parques se quedan desiertos.

Elena tiene razón al afirmar que “nuestros hijos/as no desaparecen, son institucionalizados, los encerramos” por necesidades del guión (que no suyas) y es muy importante que seamos conscientes.

Aceptar que las guarderías y las escuelas (tal como están concebidas) son una necesidad de los adultos (y del sistema económico actual) que no de los niños/as es imprescindiblepara poder acompañar su “adaptación” a esa brutal separación del hogar y del mundo,  que no se produce solo a los 3 años, sino que sigue vigente cada año, incluso en su adolescencia.

Si los seres humanos no hemos nacido para estar encerrados, los cachorros de nuestra especie tampoco. Los horarios rígidos, las rutinas inflexibles, la poca libertad de ir y venir, hace que cada año nuestros hijos se sigan rebelando a su manera o enfermando. Las madres y padres tenemos que estar ahí.

Ser conscientes del dolor y la ansiedad que produce cada año en nuestros hijos /as la "escolarización cerrada", es decir “adaptarse a algo para lo que no están hechos y no siempre les hace felices” no es fácil, y como madres/padres es duro, pero es la única manera de poderlos acompañar.

Esto nos abrirá la mente a la hora de buscar alternativas a la escolarización tradicional (unschooling, homeschooling, escuelas libres) o a la hora de ser “subversivos y creativos” dentro de ella misma si es la única opción que tenemos a nuestro alcance.

Mientras todo cambia, mientras la escuela deja de existir, al menos en su faceta de aparca-niños/as a puertas cerradas desde las 9 hasta las 5 (o incluso más allá) es importante que nuestros hijos/as no pasen en ella más tiempo del imprescindible.

Si los niños pueden no utilizar el comedor porque no trabajamos, mejor descansar en casa; si podemos tenerlos con nosotros por las tardes mejor que no vayan; las actividades extraescolares si no son en familia, mejor dejarlas ir. 

Si necesitan un día de descanso y se lo podemos dar, vámonos de excursión. Si es necesario mentir porque la institución es rígida (estas cosas deberían ser bien recibidas por los profesionales de la educación pero no siempre lo son), yo soy partidaria hacerlo. La felicidad de nuestros hijos/as debería estar por encima de todo.

Cada resfriado, cada virus (que durante el verano han esquivado a base de ejercicio y alegría) es una señal de que están sobrepasados y necesitan descansar, permitámosles que se recuperen en casa todos los días que necesiten. No usemos la fiebre como único indicador. No les obliguemos a abrazar la fiebre.

El otro día alguien decía que septiembre era el mes de los virus, yo sinceramente creo que es el mes de la pena, porque los virus están siempre ahí pero afectan poco cuando estamos felices. No es ya cuestión de plantas milagrosas para recuperar o subir las defensas, es cuestión de aceptar y acompañar. Poca cosa hay más dura que una adaptación al inicio escolar sin ser acompañados/as. Repito tengan la edad que tengan. Es importante que nuestro hijo/a pueda decirnos con tranquilidad que en la escuela/instituto no siempre es feliz y que preferiría estar en casa o en la playa o en el monte.

Yo, que trabajo dentro del sistema, (bastantes quebraderos de cabeza y auto-cuestionamiento interno me cuesta, lo admito), veo cada día a adolescentes comportarse como niños/as con “la galleta rota”, explotando a la mínima en estallidos de rabia o de llanto. Mejor dejarlo salir todo. Mejor dentro que fuera para no enfermar.

Incluso ellos/as que llevan años institucionalizados y, ya tienen miles de recursos, a veces necesitan quedarse una mañana durmiendo, viajar con sus padres si a todos les apetece, ser capaces de desconectar, saltarse algunas clases. A pesar de su edad, sigámosles permitiendo esas brisas de aire fresco. Como madres/padres estemos presentes. Por suerte no son adultos/as todavía.

Así que mañana lunes, el martes, el miércoles etc mirémoslos de otra manera cuando no quieran madrugar, si es posible que entren tarde, que salgan antes, dediquémosles la tarde entera si podemos, con la presencia y consciencia que necesiten. Acojamos todas sus explicaciones, sus quejas, sus historias. Démosles herramientas si las necesitan para que toda esa energía se mueva. Validemos todos sus sentimientos. Confiemos en ellos/as.

Y, mientras tanto, sigamos creando y trabajando para cambiar el mundo, para darle la vuelta a la palabra “educación” desde la raíz, para acompañarles en la vida desde la gestación y el nacimiento.

La escuela actual un día desaparecerá, estoy segura, lo que vendrá después será más libre, no tendrá puertas, tal vez ni siquiera un edificio, y habremos de construirlo junto a nuestros hijos/as, a su remolque, siempre un pasito por detrás...

¡Grandes maestros/as!

Myriam Moya Tena 


Cuando nadie me ve (La soledad en la niñez / adolescencia)

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Casi a diario veo adolescentes que no son vistos/as. No los ven en sus casas, ni tampoco en la escuela. Los veo y me duelen desde su vulnerabilidad hecha fortaleza y su resiliencia.

A veces me pregunto cuándo dejamos de llamarlos niños/as para convertirlos en esos mini adultos/as que no son, por muy independientes que parezcan.

A menudo me ofrezco a escuchar, sin juzgar. Solo es necesario acercarse desde el respeto, observar y no pasar de largo. Hacerles saber que si te necesitan estás allí. 

Al principio me sorprendía lo que decían, ahora no.  Algunos/as adolescentes consideran que sus padres/madres ya tienen demasiados problemas: dinero, separaciones, trabajo, otros familiares, etc y no quieren convertirse en uno más. Han dejado de saberse prioritarios. Así que callan y no piden ayuda.

A veces la ayuda la pide su cuerpo de manera desesperada con ataques de pánico, dolores crónicos variados, insomnios, alteraciones de la conducta alimentaria, cambios drásticos en sus resultados académicos o en su forma de ser. Me gustaría decir que son vistos/as entonces pero no siempre, a menudo necesitan sufrir mucho para que el adulto/a responsable diga: “Aquí estoy. Lo siento mucho, no te vi”.

Desde la adultez se tiende a menospreciar o disminuir la importancia de los síntomas del dolor y la soledad de la niñez y la adolescencia. El “ son cosas de niños” sirve para justificar todo lo que a los adultos no nos parece importante. Así fue cómo nos educaron a nosotros/as. 

Nos hemos centrado mucho en los resultados académicos, en asegurarles un buen futuro profesional, en cubrir la parte material y llenarlos de cosas. La parte emocional a veces se queda olvidada. Algunos se están criando solos/as, sin presencia consciente, sin mirada. Sabemos que todo ser humano, tenga la edad que tenga, necesita ser visto.

Cuando la cosa estalla, cuando por fin se hace evidente o algún adulto externo a la familia lo ve,  existe el "espejo" que hiere enormemente a las madres. Antes de aceptar que pudieron haber hecho algo que no fue lo que su hijo/a necesitaba, con el miedo tan terrible al error de nuestras generaciones, lo niegan. Antes de hacer una auto-reflexión profunda, algunas madres o padres prefieren no ver. Otras veces, todavía más doloroso, no pueden ni siquiera verlo, no tienen la consciencia necesaria para hacerlo.

Así que ahí están esos niños/as grandes, esos adolescentes cada vez más desconectados de su esencia. Por suerte no son todos. Pensando que para sus padres/madres no son una prioridad. Y sabemos de sobra que eso no es verdad, que lo son, pero tal vez es importante DECÍRSELO.

Hay una frase que los calma, que como profesora (cuando me piden ayuda) suelo utilizar: “Yo soy madre y te aseguro que no hay nada más importante para tu madre que tú y tus hermanos”. 

Suelen preguntarme que qué es lo que han de decirles. Hay tantas conversaciones pendientes entre madres/padres e hijos/as. A veces el canal se ha roto o está atrofiado del poco uso. Como adultos/as somos responsables de que siga fluyendo, desde el respeto a su intimidad pero desde la presencia. 

Yo les insinuo que empiecen con un “Mamá (o papá), te necesito. Necesito ayuda” y confío en que los adultos responsables se empezarán a mover. No necesitan estos niños/as grandes crear solos un discurso elaborado, es nuestra función de padres/madres o educadores ayudarles a nombrar lo que les está sucediendo.

Podemos ser madres y padres de ojos abiertos. 

Podemos estar presentes de manera consciente. 

Sigamos diciéndoles que les queremos a diario y que son lo más importante en nuestras vidas. 

Aunque sean ya adolescentes, aunque por fuera se hagan los duros/as, en el fondo lo necesitan como el agua. 

Doy fe.

Myriam Moya Tena




Las palabras puñal

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Imagen Miguel Tanco


Cada día usamos con nuestros hijos cientos, tal vez miles de palabras. 

En cada una de nuestras expresiones elegimos, consciente o inconscientemente, cada una de esas palabras, con su calidad emocional, con su poder como alimento o cuchillo, con su capacidad para cuidar y amar  o (algunas veces) destruir.

Las palabras puñal no solo destruirán a nuestros hijos, sino que si ellos/as no ponen remedio, si no hacen una revisión profunda de su infancia, seguirán circulando de generación en generación. 

Las palabras puñal se guardan en un lugar tan oscuro de nuestro corazón que siempre están presentes, pasen los años que pasen. Incluso reaparecen al llegar a la maternidad o la paternidad, como un huracán turbio que estaba escondido.

Las palabras puñal necesitan limpiarse de dentro afuera, es el propio niño/a convertido en adulto/a quien se desprende de ellas después de un arduo trabajo interior

Lo mejor, es que podemos ahorrarles una buena parte de ese mal trago a nuestros hijos/as (también unas cuantas terapias) podemos pararnos y pensar antes de decir las palabras que hieren, las palabras puñal

Todos sabemos cuáles son, las hemos oído demasiadas veces de la boca de nuestros padres/madres o maestros. Han campado a sus anchas con una impunidad infinita. Son tan comunes que han pasado a ser parte de una tradición cultural, incluso de un imaginario colectivo. 

Son esas palabras que a todo el mundo le duelen aunque finjamos que no. Son esas que algunos/as no soportamos escuchar ni de adultos/as.

Son, todos y cada uno de los adjetivos, en especial los negativos que no usaríamos nunca con un desconocido/a pero son el pan de cada día en muchas familias: llorón, egoísta, quejica, fea, abusón, idiota, tonto, vago, torpe, débil, desagradecido, estúpida, lento,…

Son las frases dichas (a veces de manera inconsciente) para minar la autoconfianza de los niños/as y/o causarles miedo (que no respeto): “Como vaya te vas a enterar” “Eres insoportable” “Como se lo diga a tu padre/madre” “Porque lo digo yo” “Sois todos/as igual de inútiles” “No vales para nada” “¿Quién te has creído que eres?” “No pasa nada” “Otra vez vas a llorar” “Eres igual de cabezota que tu padre/madre/abuelo” “Tú te callas que estoy hablando yo” “Eres la única/o que da problemas” “Algo habrás hecho” “Siempre se hace lo que tú quieres” “Tienes mucho cuento” “Eso no te lo he enseñado yo”…

La lista es infinita.

Las palabras puñal no son golpes, pero hieren y duelen tanto o más que los golpes. Las palabras puñalgeneran odio, resentimiento, culpa, ira y rencor. Las palabras puñal -si son mayoritarias- inmovilizan y pueden dejar secuelas o causar trastornos y esto es importante reconocerlo.

Ninguna palabra puñales inocua, pero cada vez tenemos la oportunidad de reflexionar y no pronunciarla. Siempre tenemos la oportunidad de dejarlas (de una vez por todas) a un lado del camino y avanzar junto a nuestros hijos/as hacia el amor y la comprensión. Siempre tenemos la oportunidad de pedir perdón si no lo hemos hecho antes. Siempre la oportunidad de sanar a esa niña/o que fuimos, porque en el fondo es la herida la que ve nacer al puñal.

Y poco a poco las palabras puñal se sustituyen por palabras beso que nutren y acarician... y cientos de palabras beso salen de manera automática diariamente de nuestra boca. Son aquellas palabras que sabemos que nos sientan bien y alimentan sonrisas.

Os hablo, un poco más profundamente, de las palabras beso en otro post.



Myriam Moya Tena

pd Un libro más que recomendable que estudia el lenguaje y la comunicación dentro de la familia es Entre padres e hijos de Haim G. Ginott. Una joya.

Mini- reflexión

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 Imagen Tamara Adams

"En el día internacional de los derechos de los niños y niñas, el derecho al nacimiento respetado, a la
presencia materna, al abrazo-cobijo, al cuidado prioritario, a ser vistos, a ser libres... a ir y venir de nosotras al mundo y viceversa. 
El derecho a soñar, a reír, a ser y ser tenidos en cuenta.
 El derecho a volar bien alto. 
A ser felices, sobre todas las cosas, a ser felices."

Myriam Moya Tena

Hablando claro y pronto: cicatrices

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Hablando claro y pronto:



La mayoría de las mujeres/madres que conozco y conoces tienen puntos de sutura en su vagina, perineo, útero o abdomen, a veces muchos, demasiados

No es algo nuevo, lleva décadas ocurriendo en silencio o a gritos, de hospital en hospital, en la pública y en la privada, con el beneplácito de ginecólogos/as expertos o novatos, sean hombres o mujeres, te resistas o no, da lo mismo…

Este hecho se repite una y otra vez, va de madres a hijas, de tías a sobrinas, de amiga a amiga, es NUESTRO GRAN SECRETO, lo que se habla bajito…

La mayoría de las mujeres/madres que conozco y conoces: 

tus compañeras de trabajo, 
tus hermanas,
tus vecinas, 
tus primas, 
tus tías, 
las que se sientan a tu lado en el metro, 
las vendedoras del mercado, 
tus profesoras de la universidad, 
tus amigas, 
tu madre… 
han visto zurcidas sus vaginas, úteros o abdómenes.

Muchas de manera innecesaria y por pura rutina, sin que nadie lo cuestione, con poca denuncia, con poca capacidad de oposición, en nombre de la ciencia y de los avances tecnológicos…

¡Ay, si nuestras abuelas -y sus partos en casa- vieran lo que nos están haciendo a nosotras: sus hijas, nietas y biznietas!

Más de una ardería en cólera, estoy segura.

Mientras, nosotras, recién nos despertamos, tomamos conciencia, hablamos cada vez más fuerte, lo escribimos, lo gritamos a los cuatro vientos...

Habrá que hablar más alto, habrá que gritar mucho, habrá que llegar lejos, denunciarlo, para que nuestras hijas, tengan por norma lo que ahora es la excepción...

Y sus cuerpos no paguen peaje, ni vean cicatriz.

¡Rompamos la cadena del silencio!

Myriam Moya Tena


 Imagen Windcharmer

Pd: La violencia obstétrica y ginecológica es también violencia de género. El 25 de Noviembre: Stop violencia obstétrica!

Hija mía, tú eres especial...

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Imagen Diane Duda

Hija mía, tú, eres especial,
especial, increíble, irrepetible, mágica,

como todos los seres que pueblan el planeta,
especial, increíble, irrepetible, mágica,
como tu padre y tu madre que soy yo,
especial, increíble, irrepetible, mágica,
desde la punta de los pies al último cabello,
especial, increíble, irrepetible, mágica,
desde el amanecer hasta el ocaso,
especial, increíble, irrepetible, mágica,
desde el ayer hasta el mañana,
especial, increíble, irrepetible, mágica...


ahora y siempre,
tú, jamás serás un número,

especial, increíble, irrepetible, mágica
caminas por la vida
sonriendo.

Myriam Moya Tena

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